Seguro que habéis visto en las redes
sociales dibujos de arcoíris como símbolo de ilusión, esperanza e unión en esta
crisis del coronavirus, igual que ocurrió en el arca de Noé que ya hemos visto
en otros cursos. Pues vais a trabajar sobre este cuento.
Cuentan que hace mucho
tiempo los colores empezaron a pelearse. Cada uno proclamaba que él era el más
importante, el más útil, el favorito.
El VERDE dijo:
“Sin duda, yo soy el más importante. Soy el signo de la vida y la esperanza. Me
han escogido para la hierba, los árboles, las hojas. Sin mí todos los animales
morirían. Mirad alrededor y veréis que estoy en la mayoría de las cosas”.
El AZUL interrumpió:
“Tú sólo piensas en la tierra, pero considera el cielo y el mar. El agua es la
base de la Vida y son las nubes las que la absorben del mar azul. El cielo da
espacio, paz y serenidad. Sin mi paz no seríais más que aficionados”.
El
AMARILLO
soltó una risita: “¡Vosotros sois tan serios! Yo traigo al mundo risas, alegría
y calor. El sol es amarillo. Cada vez que miráis a un girasol, el mundo entero
comienza a sonreír. Sin mí no habría alegría”.
EL NARANJA a
continuación tomó la palabra: “Yo soy el color de la salud y de la fuerza.
Puedo ser poco frecuente pero soy precioso para las necesidades internas de la
vida humana. Yo transporto las vitaminas más importantes. Pensad en las
zanahorias, las calabazas, las naranjas, los mangos y papayas. No estoy todo el
tiempo dando vueltas, pero cuando coloreo el cielo en el amanecer o en el crepúsculo
mi belleza es tan impresionante que nadie piensa en vosotros”.
El ROJO no
podía contenerse por más tiempo y saltó: “yo soy el color del valor y del
peligro. Traigo fuego a la sangre. Sin mí la tierra estaría vacía como la luna.
Soy el color de la pasión y del amor; de la rosa roja, la flor de pascua y la
amapola”.
El
PÚRPURA enrojeció con toda su fuerza. Era muy
alto y habló con gran pompa: “Soy el color de la realeza y del poder. Reyes,
jefes de Estado, obispos, me han escogido siempre como el signo de la autoridad
y de la sabiduría. La gente no me cuestiona; me escucha y me obedece”.
El MORADO
habló
mucho más tranquilamente que los otros, pero con igual determinación: “Pensad
en mí. Soy el color del silencio. Raramente repararéis en mí, pero sin mí todos
seríais superficiales. Represento el pensamiento y la reflexión, el crepúsculo
y las aguas profundas. Me necesitáis para el equilibrio y el contraste, la
oración y la paz interior.
Así fue cómo los
colores estuvieron presumiendo, cada uno convencido de que él era el mejor. Su
querella se hizo más y más ruidosa. De repente, apareció un resplandor de luz
blanca y brillante. Había relámpagos que retumbaban con estrépito. La lluvia
empezó a caer a cántaros, implacablemente. Los colores comenzaron a acurrucarse
con miedo, acercándose unos a otros buscando protección.
La lluvia habló:
“Estáis locos, colores, luchando contra vosotros mismos, intentando cada uno
dominar al resto. ¿No sabéis que Dios os ha hecho a todos? Cada uno para un
objetivo especial, único, diferente. Él os amó a todos. Juntad vuestras manos y
venid conmigo”.
Dios quiere extenderos
a través del mundo en un gran arco de color, como recuerdo de que os ama a
todos, de que podéis vivir juntos en paz, como promesa de que está con
vosotros, como señal de esperanza para el mañana”. Y así fue como Dios usó la
lluvia para cuidar el mundo. Y puso el arco iris en el cielo para que, cuando
lo veáis, os acordéis de que tenéis que teneros en cuenta unos a otros.
ACTIVIDADES DE COMPRENSIÓN:
- ¿Qué color decía que era el signo de la vida y la esperanza?
- ¿Qué traía el color amarillo a la Tierra?
- ¿Quién apareció de repente, junto a un resplandor de luz blanca y brillante, y les pidió a los colores que fueran con ella?
- ¿Para qué usó Dios la lluvia?
Subraya las respuestas correctas.



¿Cuál crees que es la enseñanza de este cuento y qué relación tiene con esta situación que estamos viviendo del coronavirus?
Haz un dibujo o mural sobre el cuento (utilizad las técnicas que queráis). Podéis escribir mensajes de ilusión y esperanza y colocarlos en el dibujo.
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